lunes, 19 de marzo de 2007

Cinco

Y Yo iba caminando obligada por su presencia, eran sus ojos, podía retarlo y llevarlo al punto en donde el pensara que me tenia para poder defenderme de la manera en que solo yo se que puedo hacerlo, y así tenerlo vulnerable, pero sus ojos no me dejan, son tan fuertes, y suaves, y me hacen avanzar frente a el, aun sabiendo lo sometida que estoy, y sus ojos son tan apacibles, pero oscuros, es tan extraño e inexplicable, su mirada es contradictoria, suave pero sometedora, profunda pero macabra, ida pero penetrante. Seguimos avanzando en la calle, entre la gente, el me tiene atrapada en su espacio, comienza a hablar de las personas que vamos encontrando, el lo dice claramente pero no nos escuchan, yo trato de no escucharlo, es esa forma de referirse a otros, con una superioridad disimulada, pero lo dice tan acertadamente, lo puedo comprobar al ver a las personas que va describiendo tan precisamente, me esta retando, pero trato de no caer, va progresivamente haciéndose mas agresivo con las descripciones, y yo se que no puede continuar así, pero trato de ser fuerte al no caer, al no involucrarme, solo seguir frente a el caminando en su espacio y concentrarme en buscar un escape lo mas rápido, hoy si estoy decidida, no puedo seguir así noche tras noche, y entonces siento un miedo repentino cuando de repente se para frente a una muchacha y comienza con sus manos a alterar su médula emocional, entonces reacciono y corro a protegerla, a corregirla, mierda, me tiene, me descuidé, soltó a la muchacha confusa en la mezcla alterada de sus propias emociones y pensamientos, la cual siguió caminando, pero con un inicio de malestar interno que comenzó a percibir, yo la vi, y sabia que se iba a poner peor, y el me agarró, y me clavó sus ojos y me tenia justo donde quería, y comenzamos a introducirnos, el bosquejó nuestras imágenes presenciales físicas y nos comenzamos a ir, y yo comencé a concentrarme fuertemente en el piso, en mis pies en el suelo, el suelo sucio y helado y fresco y presente, trato de retenerme en esa sutileza esperando en que el no la sienta, y de un solo golpe me fijé en mí, se había ido, para el la sensación fue similar a que se te deslice algo viscoso de las manos sin ningún remedio por retenerlo, subestimó al suelo, lo cual me da tiempo de quedarme y que no me llevara, y ahora que hago con mi repentina decisión que me contradice pero que me parece tan acertada?.

miércoles, 7 de marzo de 2007

Cuatro

El frio me llama, me envuelve y me convence de quedarme, de que me olvide de la calidez que cualquier ser humano podria darme, se burla muy criticonamente del contacto humano, me dice que no es necesario, que hay que estar despierto, y ser frio, para alcanzarlo todo, me remarco lo mal que me habia ido al tratar de dar calor, y yo, yo no pensaba, solo sufría, los últimos días no existían como días , ya no sentía los malos olores porque ahora era parte de ellos, y los recuerdos son los que estaban ahi, los mas dolorosos, son en los que me aferro recurrentemente, me asaltaban, los miraba en mi mente y los repetía, tan terribles momentos que me llevaron al frio que me llama, y me quiere dar fuerzas, me da claridad y me hace ver un momento, ese justo momento en el que me sugestiono a creer, mi mente me obliga a definirlo, recalcarlo, repasarlo tantas veces y lamentarme por no decir nada, repasar mil veces los hubiera que tan facilmente armo una y otra vez sin que me den abrigo. Mi vida era buena, tenia todo lo que necesitaba, el cariño de mis papas, el amor de mi novia, los amigos para salir, mi futuro era perfecto, con una carrera ya consumada me había asegurado mi bienestar económico, un poco de la ayuda de mi papa y sus influencias y todo se iba a dar sin mayor esfuerzo mio, nos íbamos a casar, a tener dos hijos según me decía, íbamos a comprar un carro y a viajar mucho. Estoy olvidado, ya nadie me recuerda, ya no tengo nombre y solo consisto en andar sin rumbo y con mi mente alterada, mi mente no era tan desordenada, no tenia conflictos, no me preocupaba antes, no sufria penas antes, el no tener nada te hace delirar? Porque todas las noches me pongo a hablar con alguien, hablo horas y horas, es una extraña, muy joven y bella, no me pregunto que hace ahí, solo me dice hola y comenzamos a charlar, ella me dice que los cambios son dolorosos, amargos, pero necesarios, y que el desnudarte frente a un espejo es el acto mas valiente que uno puede hacer porque te quitas de todas las cosas que vos mismo te pones para protegerte, y al estar desprotegido enfrentas el miedo a ser vulnerable, y asi podes aprender a soltar, yo le digo que suena muy bonito, pero me ayudaría mucho en mi cambio caótico el saber como paso porque por alguna razón no lo se,se que lo supe, que lo tuve claro, pero mi confusión, mi cabeza , he perdido el tiempo, su noción, y cuando quiero pensarlo me dan dolores muy fuerte en mi cabeza hasta que caigo inconsciente y me despierto con el constante frio y ratas a mi lado, entonces ella me dice que ya lo voy a saber, que ella esta trabajando en ello, y entonces pienso que ella me conoce, y entonces yo la conozco también, y mi mente busca algo familiar de mi pasado y al voltearla a ver a mi lado no hay nadie.

jueves, 1 de marzo de 2007

Tres

Al volver a la realidad se permitió una pequeña observación que le causo una leve leve sonrisa, vio a una niña juguetona, pegandole por detras en la cabeza a otra niña, su amiga distraida en un helado y la gente, luego se hacia la inocente y la otra le reclamaba riendose y le pegaba de vuelta, pero sin disimular, sino que de frente, fue gracioso verlas, pero para ella mas que gracioso, fue el darse el lujo de una pequeña sonrisa de la visión, le hizo preguntarse por su niñez, si habia pasado momentos asi, si los deseaba haberlos pasado, asumió que si porque su halo emocional emitio lo que viene ser una añoranza. Su apariencia de 20 años ocultaba una vida mas alla de la edad, y el paso que nos llevaba conllevaba mucho conflicto, por eso al ver a las niñas jugando la quiso introducir de nuevo, pero esta vez ella lo evito, evito seguir su flujo, el que tenia que seguir impuesto por los que nos permitieron soñar, y ella, por haber visto a las niñas, no quiso entrar esta vez, se rehuso, y siguio caminando entre la gente, pero sin ninguna tardanza, le tocaron el hombro y su rostro siguio impacible, sereno, al darse vuelta y ver esos ojos temidos que indicaban un inicio en un momento no adecuado.