Once

De repente me doy cuenta que hay mas, misterios y dudas aparecen, ya no es solo mi casa y mi mama y la escuela y el programa de noticias estudiantil, y el miedo aparecio en mi, vi mi camisa llena de mi sangre, nunca habia sangrado en mi vida, el calor del sol dando en la ventana del carro en movimiento no ayudaba, asi que abri la ventana y me perdi en el paisaje, L ya habia soltado su mano de la mia y no quise ni verla, pensaba que iba a percibir mi fragilidad y miedo.
Todo afuera parecia tranquilo, el cielo azul, el sol ahi sin que poderlo ver directo, los campos, las casas solas del campo, la gente a la orilla de la carretera, todo seguia su curso como deberia ser, pero yo estoy donde no deberia estar, y recorde a mi mama y reaccione buscando mi celular y no lo encontre en mis bolsillos, lo que aumento mi miedo, me preocupe por mi mama y extrañe lo que deberia estar haciendo ese jueves por la mañana, y me entro una desesperacion por salir del carro y regresarme de cualquier forma.
- Dobla aqui, en este desvio, dijo L.
- Pero tenemos que encontrarlo antes de la noche del sabado, tenemos que llegar a la ciudad hoy dijo la que iba manejando.
- El buscador no esta listo, necesita quitarse algunos miedos.
- Pero nos va a atrasar, los grandes árboles estan muy lejos.
L no dijo nada mas y la que se parece a L que iba conduciendo se desvio hacia la derecha y siguio por un camino de tierra. Viajamos durante un buen tiempo, yo no paraba de pensar viendo por la ventana mientras lugares, arboles, casas, personas, campo pasaban rápido, y yo rehaciendo hubieras, las tarea que tenia que entregar, la preocupación de mi mama ( mas que todo lo enojada que iba a estar conmigo ) , Empeze a pensar que al llegar a la ciudad les iba a decir que ya no les iba a ayudar, que buscaran a alguien mas e iba a tomar el bus de regreso a la casa y me iba a olvidar del asunto, ademas ya tenia muchos planes y cosas en las que pensar y en las que me sentia seguro.
De repente el valle termino y comenzamos a ir camino abajo, la que era parecida a L no bajaba la velocidad a pesar de que eran muchas curvas y el camino era puro abismo. Comence a ponerme nervioso cuando comenzo a nublar y una niebla comenzo a aparecer y la que era parecida a L no bajaba la velocidad, mi miedo aumento, pero por L no lo expresaba, no queria que me viera con miedo, asi que le pregunte a donde ibamos.
- Hacia los grandes árboles, ya me habias escuchado.
- Si, pero donde es, no lo conozco.
L me vio y una leve sonrisa le aparecio.
- Nadie lo conoce.