viernes, 28 de noviembre de 2008

Trece

Se hizo de noche y yo seguía ascendiendo la montaña mediante el sendero que había encontrado, tenía una vaga idea de donde estaba, sabía que el lago estaba cerca de donde me dejaron pero al adentrarme más a la montaña no estaba seguro si me alejaba o me acercaba al lago, no podía encontrar referencias que me ayudaran a guiarme, por eso es que solo seguía el sendero, esperaba que me llevara a algún lado. La lluvia continuaba constante la cual convirtió al sendero en un camino resbaloso de lodo y esto no me ayudaba en nada debido a que a mi lado derecho era precipicio que deje de ver cuando oscureció, y se puso muy oscuro, no podía ver nada, no estaba asustado, pero si estaba cansado y frustrado, sentía que podría pasar dias, semanas así.

Prendido junto con las llaves de mi casa había un pequeño foco que al encenderlo no era gran cosa; pero en la oscuridad de la montaña fue lo que hizo la diferencia de poder seguir avanzando,Así seguí y seguí, subiendo la montaña, con ganas de quedarme ahí, con las ganas de ver el lago, pensando en todo lo que había pasado, en como L me dejó ahí, una parte de mí la quería justificar, buscaba razones para ello, quiza esto es como una prueba para mi que ella quería que pasara, o me está evitando de algún peligro al que ellas con el del nivel 8 iban a enfrentar que era demasiado para mi. Pero no podía dejar de sentir que me habian tratado mal, que habían sido injustos conmigo, que me habían dejado tirado en la montaña y ahora estoy sufriendo todo esto, no es justo.

Me desperté y era de día, no me di cuenta cuando caí del cansancio. Al moverme todo me dolía, estaba cubierto de lodo y comencé a sentir hambre, mucha hambre que mi estómago dolía. El sendero seguía, parecía no terminar, subiendo; por momentos empinados, otros no tanto. Me levanté y seguí, quería salir de la montaña, ya no soportaba, me sentía muy cansado, paraba seguido para descansar, me quería quedar ahi pero al final trataba de seguir, pude ir bebiendo agua de riachuelos que iban a través del sendero, caían de la montaña, me llenaba de agua, para tratar de calmar mi estómago. Asi segúi por muchas horas más y por fín, el lago.

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